jueves, 28 de abril de 2016

Mercedes Pinto: 'Cartas a una extraña'

Mercedes Pinto es una de esas escritoras que no te deja indiferente. Sobre su obra he leído adjetivaciones rayanas al insulto o la decepción, y exaltaciones al límite de la euforia. (Imagino que producto de la ‘vorágine comunicativa’ que sufrimos hoy en día los lectores). Es una luchadora. Me consta. Escritora desde la tierna infancia. Y hasta ahora ha publicado sus propias novelas. Ocho con esta. Posee una gran capacidad de profundizar sicológicamente en sus personajes y, digan lo que digan, maneja bien el ritmo narrativo. Sucede que, a veces, le gusta recrearse en momentos, generalmente llenos de sentimientos a flor de piel. Yo le digo, no sé si acertadamente o no: a la manera ‘mercediana’.

Juzguen ustedes. Ahí les dejo un fragmento de su última novela ‘Cartas a una extraña’.


"Desde que tenía uso de razón había intentado comprender por qué nunca me arropó antes de dormir ni me anudó la bufanda los días de frío cuando salía para el colegio. Recordaba los años en los que noche tras noche cerraba muy fuerte los ojos creyendo que así se cumpliría mi sueño y vendría a besarme. A veces sentía como si cayera sobre mi frente un suave pétalo de flor, entonces apretaba más fuerte aún los párpados, hasta que me dolían, no fuera que se me abrieran sin querer y comprobase que era una sensación irreal provocada por las ganas o viese el pañuelito estampado de Teresa una vez más. Porque yo quería que el beso fuese de ella. Delegó absolutamente todas sus tareas de madre, incluso la de besar".
"A mis treinta y cuatro años yo había vivido varios amores, dos de ellos verdaderos, estoy segura de que me habían querido, lo que no podría decir es hasta qué punto quise yo. Los dos me abandonaron porque se sentían solos a mi lado, como yo viví al suyo. Vacía. Sentía que había heredado lo peor de mi madre: su indiferencia al dolor ajeno, su invalidez emocional… De todo lo vivido a su lado, esto es lo que no podría perdonarle nunca".

martes, 26 de abril de 2016

Olga Núñez Miret: 'Familia, lujuria y cámaras'

Olga Núñez es polifacética e inconformista. Toca todo tipo de géneros: juvenil, ciencia ficción, comedia... Ahora con su última novela: el  thriller psicológico. Y esto además se le da bastante bien. Además de escritora es psiquiatra forense. El título de su última novela ya te aventura o te adelanta de qué se trata: 'Familia, lujuria y cámaras'. La Libretería os ofrece uno de sus fragmentos:


"Esa era una versión de la realidad muy adaptada. Si a Tina le pareció que él era raro con lo que le conté, me pregunto qué pensaría si conociera algunos de los detalles más excitantes de la historia. Como el hecho de que cuando tenía doce años consiguió grabar a nuestros padres mientras mantenían relaciones sexuales y se dedicó a ver el vídeo sin parar una y otra vez. De hecho me invitó a una de sus sesiones de visionado. Mi madre y su padre le animaban a que hiciera cosas fuera de casa, incluso intentaron comprarle un coche, pero lo vendió para comprarse más equipamiento electrónico. Cuando murieron nuestros padres no noté diferencia alguna en su comportamiento. Yo estaba fatal, pero él… Ni una demostración de pena, nada… Simplemente se mudó a la habitación de nuestros padres, con todos sus televisores, monitores, ordenadores… Yo me pasé un par de meses con mi tía Rena y cuando volví a la casa la había pintado y redecorado completamente.
Le seguí sin pensar, feliz de tener una excusa para desconectar y dejar de pensar en Herman. Pero por supuesto Alan tenía que preguntar. Es un terrible chismoso.
—Entonces, dime, ¿a quién le estabas chillando por teléfono? Espero que no fuese uno de nuestros clientes.
—Era mi hermanastro. Herman.
—¿Tu hermanastro? ¿De dónde ha salido? Nunca habías hablado de él.
—Estaba intentando olvidarme de su existencia.
—Ya veo… Pero… ¿es atractivo?
Alan siempre estaba a la búsqueda del hombre de su vida. La idea me hizo sonreír".


lunes, 25 de abril de 2016

Jorge Díaz: ‘Tengo en mi todos los sueños del mundo’

Ni soy crítico literario ni editor ni académico de la Lengua. Vaya esto por delante. Pero no me extrañaría, que de seguir así las cosas, Jorge Díaz acabara su tiempo en esa lista de lecturas obligadas del colegio. ‘Tengo en mi todos los sueños del mundo’ tiene ‘saudade’ y cierto sabor bahiano, aunque sus protagonistas sean baleares, italianas, madrileñas, americanas, ucranianas o porteñas. Huele a Amado y prologa Pessoa. Está lleno de sensibilidad, de historia y de historias auténticas. De mujeres rebeldes que no se resignan al papel de 'mercancía' que les adjudica una sociedad claramente patriarcal.
No es nada sencillo lo
 que escribe con tan aparente facilidad. Y sin embargo, resulta tremendamente gratificante para quien lo lee. Este es un fragmento de ésta, su última novela:


"Sí, su tate tiene razón, si se casa no debería temer, sólo desear que sea un buen hombre; si se casa, tal vez si lo hace el rabino allí mismo, en Nickolev, no puede pretender prostituirla al llegar, ¿es capaz un hombre de hacer eso a su esposa? Sus padres han dado con la clave, que se case con ella. Sara es muy joven, sabe menos que ellos de la vida. Sus padres saben todo lo que se cuentan de las chicas que viajan a Argentina y sabrán discernir con qué intenciones la lleva a ese país. Su tate es un hombre serio, un mentsh responsable y sabio, un varón que cumple a rajatabla con los mandatos de sus creencias. Además consultará al rabino. No debe temer nada, la decisión que él tome será la mejor para ella. Y él ha hablado, no saldrá de Nickolev si no es casada".
"No, no debe preocuparse; debe obedecer. Tal vez en Buenos Aires tenga un marido que le permita estudiar, lo que siempre ha querido. ¿No dicen que allí los judíos son libres, que pueden dedicarse a lo que deseen?(...) Quizá eso mismo valga para las mujeres".



Si quieren, pueden escuchar al autor leer otro fragmento de 'Tengo en mi todos los sueños del mundo' en Canal Libretería



viernes, 22 de abril de 2016

Mónica Martín Manso: 'El legado de los venerables'

Mónica Martín Manso es una joven escritora segoviana, en mi modesta opinión: brillante. En varias ocasiones, 'Libretería' ha invitado a Mónica para que nos lea un fragmento de alguna de sus novelas en nuestra sección de 'VídeoLecturas', pero su timidez le ha impedido por el momento ponerse delante de la cámara. 'El legado de los venerables' es una obra arriesgada y difícil de escribir, pero especialmente cautivadora. Os dejo que disfrutéis del comienzo.


"Los accesos de tos eran cada vez más acusados y la muerte había desdibujado ya las suaves facciones de su envejecido rostro. La piel se adhería al cráneo y se reducía a simples arrugas a la luz blanca de las lamparillas de aceite que iluminaban la habitación. Solo el altísimo podía saber cuánto tiempo le quedaba de vida, pero, incluso apurando las esperanzas más alentadoras, no era mucho. El fin era cuestión de unos pocos días, o incluso de unas pocas horas.
Su nieta, Nekara, había estado al cabecero de la cama, velando por la extrema delicadeza de su estado, todos y cada uno de los días desde que Salvatore Minako permanecía postrado en ella, aquejado de una severa neumonía que lo consumía a pasos agigantados y que finalmente iba a acabar con sus imbatibles ciento dos años. El anciano era, en definitiva, la víctima de un mal incurable. Un mal contra el que no podía luchar y salir invicto: la vejez".

martes, 19 de abril de 2016

Kike Ferrari: 'Nadie es inocente'

"Historias cortas, como canciones", dice Ferrari de su última obra 'Nadie es inocente'. "Porque un libro de relatos es lo más parecido a los discos que nunca pude grabar: hay canciones lentas, otras rápidas y furiosas, algunos covers", añade de este "cuento" -porque así lo llama-. "Pueden escucharse completo o cada una por separado. Y, como todo buen álbum, hay una idea que lo recorre", finaliza la descripción. Y después, cuando le pegas el golpe a la tapa y lo cierras al terminar, te preguntas: ¿Quiénes son los malos y quiénes los inocentes? Os dejamos un fragmento de 'Nadie es inocente':


"Roxana caminando. Unos pasos hacia la rivera el río, de vuelta hasta su bolso. Rivera, bolso; rivera, bolso. Y así. Sus diecisiete años estaban llenos de temor y esperanza. Amelia, su mejor amiga, la había llamado desde Posadas. Si lograba cruzar a la Argentina, tenía un trabajo para ella, nada con lo que se fueran a hacer ricas, pero un trabajo, al fin. Compartiendo el alquiler y con el cambio a favor, esa plata le permitiría mandar algo a su madre y sus hermanos cada un par de meses. Roxana sabía de las redes de trata que habían secuestrado ya a varias chicas de Roa Bastos, su pueblo, pero Amelia había estado en Roa Bastos el verano anterior, sola, hasta había llevado fotos y confiaba en que no le haría una cosa así. Además las redes solían usar como anzuelo un trabajo en un bar en el que, supuestamente, se ganaban fortunas por propinas y no un oscuro empleo de empaquetadora en un yerbatal. Por las dudas en su mochila cargaba un pesado revolver que había sido de su padre: si la esperaban para hacerla puta, alguno se iba a llevar la panza llena de plomo".

"Caetano, en cambio, cargaba el arma como una extensión del cuerpo, apretada contra la cintura. Sabía que, recién fugado de la cárcel, lo único que tenía -lo que habían podido conseguir los de afuera para él- era un documento falso que no admitía una revisión demasiado exhaustiva, un puñado de billetes y esa Smith & Wesson de doce disparos. Le dolía un poco el brazo izquierdo que, mal vendado, colgaba en cabestrillo de su cuello y parecía estar roto en dos lugares. Pero llevaba la espera tranquilo, quieto en su lugar. Después de varios años a la sombra, esperar se había transformado en una segunda naturaleza para él. Lo importante ahora era llegar al lado argentino y contactarse con los compañeros que lo esperaban para llevarlo a Buenos Aires. Desde ahí verían cómo recomenzar".

Si queréis, podéis escuchar a Kike Ferrari leer uno de sus relatos completos de su novela 'Nadie es inocente'  en Canal Libretería

sábado, 16 de abril de 2016

Blanca Miosi: 'El Pacto'

Una novela romántica a la manera de Blanca Miosi: una protagonista con una infancia difícil pero que no apela al victimismo, y con una carga de erotismo 'suave' y un sexo 'no explícito'. La novela plantea al lector una pregunta directa: ¿acaso en la vida todo tiene un precio? Espero que resuelvan el enigma de 'El Pacto'. Aquí tienen un fragmento.


"Condujo por las calles de un viernes abarrotado, cuando sintió que el coche empezó a fallar. Maldijo el auto, el motor, al alternador y de paso al radiador, que dejó de trabajar justo frente a una panadería. Tuvo suerte al conseguir pronta ayuda, uno de los dependientes se ofreció a auxiliarla.
-No se preocupe doñita, parece que el radiador tienen una fuga de agua y se recalentó el motor. En media hora se habrá enfriado y podemos echarle agua.
-Gracias...
Fue lo único que se le ocurrió decir mientras escuchaba retumbar en sus oídos la palabra "doñita". Peor no podía ser. Se sentó tras el volante a esperar a que el motor cogiera la temperatura que le agradara. Recostó exhausta las manos sobre el volante, y miró al cielo buscando una ayuda que no acababa de llegar pensando que definitivamente su vida era una porquería".

martes, 12 de abril de 2016

Jorge Amado: 'Gabriela, clavo y canela'

De entrada os reconozco que Jorge Amado es una de 'mis debilidades'. Uno de esos autores que te incita a aprender su idioma para leerle en su lengua original. Quizás sus convicciones políticas y su sensibilidad social le apartaron de un reconocimiento internacional más 'masivo' y del lugar que por derecho le tocaba: el Premio Nobel de Literatura. 'Gabriela, clavo y canela' probablemente sea una de sus novelas más conocidas y reconocidas. Así empieza.


"Esta historia de amor por curiosa coincidencia, -como diría doña Arminda-, comenzó el mismo día claro, de sol primaveral, en que el estanciero Jesuíno Mendonza mató a tiros de revólver a doña Sinházinha Guedes Mendonza, su esposa, exponente de la sociedad local, morena casi gorda, muy dada a las fiestas de Iglesia, y al doctor Osmundo Pimentel, cirujano-dentista llegado a Ilhéus hacía pocos meses, muchacho elegante con veleidades de poeta. Pues en aquella misma mañana, antes de que la tragedia conmoviese a la ciudad, la vieja Filomena por fin había conseguido cumplir su antigua amenaza de abandonar la cocina del árabe Nacib, emprendiendo viaje en el tren de las ocho hacia Agua Preta, lugar en el que un hijo suyo prosperaba. Como luego opinara Juan Fulgencio -hombre de mucho saber y dueño de la Papelería Modelo, centro de la vida intelectual de Ilhéus- el día había sido mal elegido, aun siendo día hermoso, el primero de sol después de la larga estación de las lluvias, sol como una caricia sobre la piel. No era un día apropiado para derramar sangre. No obstante, como el coronel Jesuíno Mendonza era hombre de honor, y muy decidido, poco afecto a lecturas y a razones estéticas, tales consideraciones ni siquiera le pasaron por la cabeza dolorida por los cuernos. Apenas los relojes dieron las dos horas de la siesta él - surgiendo inesperadamente, ya que todos lo hacían en la estancia- despachó a la bella Sinházinha y al seductor Osmundo, de dos certeros balazos a cada uno. Y consiguió que la ciudad olvidase los restantes asuntos que tenía para comentar: que el barco de la "Costera" había encallado por la mañana a la entrada del puerto; el establecimiento de la primera línea de ómnibus que uniría a Ilhéus con Itabuna; el gran baile recientemente celebrado en el Club Progreso, y hasta el apasionante caso de Mundinho (diminutivo de Edmundo) Falcão, que había enarbolado la história de las dragas para la entrada del puerto. En lo que respecta al pequeño drama personal de Nacib, súbitamente sin cocinera, apenas si sus más íntimos amigos habían tomado conocimiento del mismo, y sin concederle la menor importancia. Todos habíanse vuelto hacia la tragedia que les emocionaba, hacia la historia de la mujer del estanciero y el dentista, tanto por la alta clase social a la que pertenecían los tres personajes que intervenían en dicha historia, cuanto por la riqueza de detalles de la misma, algunos picantes y sabrosos."

sábado, 9 de abril de 2016

Ramón del Valle Inclán: 'La corte de los milagros'

Pocas veces se dice tanto con tan pocas palabras. Un maestro de la imagen, amante del 'ballet' y precursor de lo que bastante después fuera el cine o la televisión. Un guionista de lujo que nació antes de tiempo. Os dejamos un fragmento del arranque de 'La corte de los milagros'.

I
"El reinado isabelino fue un albur de espadas: Espadas de sargentos y espadas de generales. Bazas fulleras de sotas y ases".
III
"Los héroes marciales de la revolución española no mudaron de grito hasta los últimos amenes. Sus laureadas calvas se fruncían de perplejidades con los tropos de la oratoria demagógica. Aquellos mílites gloriosos alumbraban en secreto una devota candelilla por la Señora. Ante la retórica de los motines populares, los espadones de la ronca revolucionaria nunca excusaron sus filos para acuchillar descamisados. El Ejército Español jamás ha malogrado ocasión de mostrarse heroico con la turba descalza y pelona que corre tras la charanga".

Mercedes Albert: 'Ataraxia: el mundo de Gaya'

Mercedes Albert, escritora alicantina, se estrena en el mundo literario con su 'ópera prima' de ciencia ficción: 'Ataraxia'. 'El mundo de Gaya' es la primera entrega de lo que pretende ser una trilogía donde sus habitantes no toleran ningún tipo de alteración, donde las emociones se encuentran bajo control. Este es su punto de partida: "Año 2526. El planeta Tierra desaparece. Una gran ola barre todos los países y todas las ciudades. La única civilización existente vive en la última nación: Gaya", y este otro un pasaje literal de la novela:


"En nuestra nación gozamos de un clima cálido durante todo el año, pero aquel día fue distinto. Fue el más frío que recuerdo. Cuando volvíamos del cementerio en el coche, cerré mis ojos, los mismos que no podían dejar de llorar su pérdida. Debí quedarme un instante dormida y en ese momento, noté como una fuerza sobrenatural, un escalofrío me recorrió el cuerpo entero, y supe que ella estaba allí, que Avari siempre estaría allí, para mí... y que en algún momento importante de mi vida la volvería a ver de un modo u otro..."
"Estamos en el año 2526, lo que se conocía como planeta Tierra desapareció. Todos los países, todas las ciudades, fueron arrasadas por el agua. Una gran ola "barrió" toda la civilización." "Vivimos en la Ultima Nación conocida coloquialmente como GAYA, en honor a la Diosa Primigenia Gaya: la Gran Creadora surgida del caos y las aguas primordiales."

martes, 5 de abril de 2016

Kike Ferrari y Juan Mattio: 'Punto ciego'

Una madre paranoica que intentó clavarle un cuchillo con once años, un compañero de fatigas con un montón de manías de clandestinidad y un asesinato, son algunos de los ingredientes de 'Punto ciego', una novela del que algunos han venido a llamar el 'Bukowski argentino': Kike Ferrari, y que escribió con su amigo Juan Mattio. Aquí tenéis un fragmento:


"Me persiguen, Darío. Me vigilan todo el tiempo.
Puedo escuchar el estribillo de la enfermedad en mi cabeza. Suena el teléfono. Es el hospital. La voz de una mujer me dice que el doctor quiere verme. Es por su madre, dice. Lo espera a la tarde. Sonrío resignado. Hace demasiados meses que evito ese encuentro. Ya no puedo pensar una nueva excusa. 
El 504 recorre kilómetros de nada: asfalto, comercios, ruido.
Me anuncio en mesa de entradas. Una recepcionista me acompaña por los pasillos blancos y silenciosos del edificio central. Parece un lugar pacífico y amable. Y lo es. Acá funcionan los consultorios, acá no viven los enfermos. La locura es apenas una visita, un síntoma, una parte del trabajo de alguien".

Fernando Gamboa: 'Tierra de nadie'

Fernando Gamboa termina estos días en "una islita de Filipinas, a la sombra de los cocoteros", según sus propias palabras, su próxima novela 'Darkness' que publicará primero en inglés el próximo 29 de noviembre.Los seguidores de Libretería podrán escuchar pronto (la próxima semana) la 'VídeoLectura' que el propio Gamboa realiza de esta nueva entrega de uno de nuestros héroes preferidos: el capitán Riley.Para aquellos que no le conocéis ( y para los que sí, siempre es un placer releerle), publicamos a continuación un post de la precuela de 'Capitán Riley': 'Tierra de nadie'.

Publicado el 23 de marzo en Libretería. (Facebook)

"Un par de horas más tarde el Batallón Lincoln al completo ya había hecho suya la falda norte de una pequeña loma sembrada de olivares, al abrigo del sol y de la línea de tiro de los defensores de Belchite. A buen seguro les estaban observando en ese mismo momento con prismáticos, del mismo modo que lo hacía, parapetado tras los sacos terreros, el general Waclaw «Walter» Swierczewski: un militar de origen polaco del Ejército Rojo proveniente de la Academia Militar de Moscú, de mirada gélida y actitud inflexible, al que se le había entregado el mando absoluto de las Brigadas Internacionales en el que se encuadraba el Batallón Lincoln.

A su lado, como una sombra silenciosa, el comisario político destinado a las Brigadas Internacionales, André Marty —un francés siniestro de mirada huidiza al que apodaban «El carnicero de Albacete»—, se mantenía al margen observándolo y escuchándolo todo con las manos a la espalda.

—Camarada general —irrumpió la potente voz de Merriman".

Boris Vian: 'Escupiré sobre vuestra tumba'

Hubiera cumplido hoy 96 años. Periodista, músico de jazz, ingeniero, dramaturgo, novelista... Otro autor irreverente: Boris Vian. Y este es uno de los fragmentos de su novela 'Escupiré sobre vuestra tumba'.

Publicado el 10 de marzo en LIbreteria (Facebook)

"Lee mordía el vacío. Su mano derecha se desplazaba nerviosa sobre el volante, mientras seguía pisando el acelerador a fondo. Tenía los ojos inyectados y el sudor fluía por su rostro. Sus cabellos rubios estaban pegados a causa de la transpiración y del polvo. Percibía apenas, aguzando el oído, el ruido de las sirenas a su espalda, pero la carretera era demasiado mala para que le dispararan. Vio una moto delante, y se desplazó a la izquierda para adelantarla, pero la moto mantuvo las distancias y de repente el parabrisas se astilló."

Charles Bukowski: "AMOR"

Un día como hoy, hace 22 años, a la edad de 73 años, Charles Bukowski moría de leucemia. Escritor irreverente donde los haya, y escasamente conocido por su poesía. Libretería publica su poema titulado: 'Amor'.

Publicado el  9 de marzo en Libretería: (Facebook)

"Gas, dijo él, ámame
bésame
besa mis labios
besa mi pelo
mis dedos
mis ojos, mi cerebro
hazme olvidar.
Gas, dijo él, ámame
él tenia una habitación en el tercer piso
rechazado por una docena de mujeres
35 editores
y media docena de agencias de empleo
y no digo que él fuera nada
bueno.
abrió todos los fogones
sin encenderlos
y se fue a la cama
Algunas horas más tarde un tipo
yendo a la habitación 309
encendió un cigarrillo en el
hall".